domingo, 29 de mayo de 2016

Braille para sordos - Balam Rodrigo





Envejezco, pintura soy del tiempo, reloj de carne soy, 
monstruo del tiempo, criatura de horas, ráfaga de tiempo. 

Eduardo Lizalde


Braile para sordos (FOEM, 2013) de Balam Rodrigo (escritor mexicano, 1974) ganó el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2012 en la categoría de poesía.

La obra del autor ha sido galardonada con diversos premios regionales y nacionales de poesía como el Efraín Huerta (2011) y el Jaime Sabines (2014), y ha obtenido distintas becas, entre ellas la de Jóvenes Creadores del Fonca en el periodo 2009-2010. Ha participado en varias antologías y su obra publicada es vasta.

Éste es otro de los asombrosos poetas que tuve el placer de conocer en el VIII Carruaje de Pájaros, donde también recibí la recomendación acertada de adquirir Braile para sordos.

Balam reunió en este libro algunas fotografías, un par de daguerrotipos y algunos collages de Diane Arbus, Louis-Jaques Mandé Daguerre y Joseph Cornell, respectivamente. Todas estas imágenes narran visualmente diversas historias que Balam se encargó de transcribir, a través de su incomparable poesía en prosa, a un magnífico lenguaje  que puede ser leído por ciegos y escuchado por sordos. Según el propio autor, estas imágenes son «Palimpsestos del horror, fetiches para invocar el misterio, las fotografías son talismanes para la ensoñación, llaves para abrir el envés del mundo: máquinas de mirar». 




Diane Arbus sosteniendo su imagen «Child with Toy Hand Grenade in Central Park, New York City»  (1962) -Fotografía tomada de danieloppenheimer.com-




A cada peculiar imagen le pertenecen tres incisos de texto; a, b y c. Balam apostilla cada fotografía, perfecciona con el lenguaje escrito los propios universos narrativos de éstas. Traduce dolorosa y acertadamente lo visual a un lenguaje palpable y emotivo, inmediato. Sus palabras ayudan a profundizar en la imagen, pero la imagen también es un punto de apoyo fundamental para la voz de Balam, por lo que el vínculo entre ambas creaciones es recíproco. 

Arbus creía que, si no fotografiaba ciertas cosas, nadie las vería jamás. Balam, por su lado, decidió (de)escribir todo lo que dichas fotografías suscitaron en su ánimo pues, de la misma forma, de no haberlo hecho, muchos ciegos jamás hubieran notado la complejidad y profundidad propias de cada representación visual.

A pesar de que Arbus encontraba a los protagonistas de sus fotografías en la vida cotidiana, sus modelos no eran personas ordinarias. Incluso tuvo la fortuna de poder retratar a Jorge Luis Borges en Nueva York en 1969. En la opinión general, Arbus fotografiaba «monstruos», lo que, en cierto sentido, remite a la fotografía de Joel-Peter Witkin, pero sería más acertado decir que uno de sus objetivos era eternizar la belleza extraordinaria, poco convencional o común; lo sublime y divino que reside en lo diferente, justo como lo hace Witkin. 




Untitled (8) (1970-71) por Diane Arbus



Si a pesar de lo anterior la palabra «monstruo» sigue haciendo eco al ver sus fotografías, al menos el temor debe ser un sentimiento excluido al contemplarlas, pues, como Gide, podríamos admitir que «hay muy pocos monstruos que garanticen los miedos que les tenemos». 

Este braile para sordos es un artificio fascinante lo mismo que desolador. Es un álbum fotográfico que se interpreta de la mano del poeta, un artefacto que conmueve lo más frágil de nuestro ser.

A pesar de que este libro se encuentra agotado en las librerías EDUCAL, en las mismas están a la venta otras de sus obras, y el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal del Gobierno del Estado de México lo tiene disponible en PDF en su página web.

Para finalizar, transcribo algunos de mis fragmentos favoritos:


«c) Dios reía cuando nacieron los monstruos fotografiados por Diane Arbus.» p. 19

«c) Gemelas del silencio, Diane Arbus y la poesía nos cortan las venas con el doble filo de una fotografía.» p. 23

«b) Diane pule espejos de mercurio para reflejar el alma del monstruo bifronte: nosotros.» p. 26

«…filos de noche sobre la lengua como dagas de sal.» p. 30

«a) Toda belleza es monstruosa, aunque no hay más monstruo que el corazón. Toda fotografía de Diane es un juguete poético, un fragmento de la eternidad, rescoldo de una pira sagrada cuya brasa termina por devorarnos el alma.» p. 37

«b) Ella lo sabía mejor que nadie. Sus fotos nos revelan que no existe la fealdad.  Es otra la belleza: lengua de espejo con su negro envés.» p. 38

«d) Apología del envés, la máscara es el negativo de la belleza: tigre de savia negra agazapado en las llamas de la demencia.» p. 56

«…somos insignificantes bufones actuando un efímero y burdo papel en la eterna puesta en escena del teatro guiñol de la vida con un único y gigante libreto: el del dolor.» p. 61

«b) Nada más fiel que la muerte o la sombra.» p. 64

«c)Una fotografía es más fiel que la muerte, incluso más que nuestra sombra.Matrona de la luz, Diane es la reina de los desposeídos, monarca de quienes no tienen más que la muerte o la sombra como monedas de cambio para pagar los servicios de Caronte.» p. 65

«d) El corazón es una jaula de relámpagos.» p. 75

«…canción de seda negra, su cabello es otra forma de la noche, una larga sonata donde se oculta el vértigo.» P. 91

«Tu corazón es una cajita de Joseph Cornell que llevo entre las manos. Y también un amuleto contra los días nublados, contra la tristeza, contra la muerte.» p. 97

No hay comentarios:

Publicar un comentario