sábado, 28 de marzo de 2015

Efímera – Miguel Antonio Lupián Soto




Efímera (Samsara, 2011) de Miguel Antoio Lupián Soto (escritor mexicano, 1977) es el primer libro de cuento fantástico del autor. Más de 35 narraciones breves comparten estas páginas de excepcionales personajes y situaciones catastróficas en escenarios familiares.

Efímera llegó a mis manos gracias a un intercambio literario que hice con el autor, antes de que finalizara 2014, de ahí que tenga una bella dedicatoria:





Gabriela Damián ofrece una exacta descripción de la narrativa de Lupián en su increíble prólogo a Efímera:

(…) la imaginación de Miguel Lupián nos concede una tregua, una oportunidad de otear la frontera de la duda, el desconcierto, lo sobrenatural, en términos cercanos y contemporáneos. Con Efímera recuperamos la posibilidad de reconocer en nuestras propias calles y casas, en nuestra propia historia, el escalofrío de lo imposible.

La necesidad de que la fantasía irrumpa sin aviso en la vida cotidiana, de experimentar el miedo que produce la madera chirriante o el lamento de unas bisagras, el recordatorio funesto de la sangre y la muerte están en estas páginas, condensadas habilidosamente en narraciones compactas y pulcras.

El epígrafe del libro es simplemente genial, pues en el agradece (aparte de hacerlo a sus seres queridos) a profesores, escritores, músicos, cineastas y artistas “por hacer de esta vida efímera un viaje fantástico.” Nada más atinado.

Lupián  Como debe ser.antartistas por hacer de esta vida efa profesores, escritores, mufinalizara 2014.presenta lo fantástico como algo ya dado en la realidad, así como en el viento y en las formas, y que sale a través de una mínima grieta, de una ruptura casi imperceptible pero que está siempre ahí, esperando una mirada atenta, unos oídos esperando escuchar la invisible tonada escondida en el estruendo o un tacto considerado: sentidos que escudriñen más allá de lo manifiesto. Son claras las evocaciones a Borges, Tario, Cortázar y Lovecraft, entre varios más.

Hablar de cada cuento o minificción que me fascinó sería hablar de casi todas ellas, así que hice una pequeña selección.

“Noche de furia” demuestra cómo un momento atroz puede ser fugaz, durar segundos, pero sus consecuencias ser eternas y sobrecogedoras. Lo atroz aquí también se esconde en el tamaño: el castigo es minúsculo pero pertinaz, insistente. “El regalo” presenta una ofrenda anónima que demuestra que la felicidad no está en los objetos ni en la vida, sino en su ausencia, en la ausencia incluso del cuerpo, de la existencia. En la completa desap fulminar el presente, la realidad, con una flama cia incluso del cuerpo, de la existencia. En la desaparciiarici fulminar el presente, la realidad, con una flama cia incluso del cuerpo, de la existencia. En la desaparciión.

“Acetenic” plantea una cuestión: fulminar el presente, la realidad, con una flama que irá creciendo vertiginosamente, consumiendo todo a su paso y sin consideración alguna. Pero esa fulminación no sólo significa destrucción. Es, a la vez, una creación nueva a partir de lo existente, pero en sentido opuesto. “Domingo” no sólo es la denominación de un día. En Efímera, Domingo es una figura baja y humana que necesita realizar una labor específica que reclama su libertad, el tiempo que otros dedican al esparcimiento. Domingo es un niño que demuestra su hartazgo a través de la sangre de su propio cuerpo, de heridas autoinflingidas con las que busca resarcir la imposición.

“Alma” describe la inmolación como procedimiento para buscar la verdad, para comprobar que las palabras de cierta figura de autoridad son irrefutables. “El gigante” remite a los diversos tributos o sacrificios anuales para deidades, ejércitos, imperios o pueblos que los seres humanos han llevado a cabo durante cientos, miles de años. En este caso específico, el tributo es un niño, tal como hacía Vlad Dracul con los otomanos: no se sabe en realidad si el tributo vivirá por mucho más tiempo, lo único certero es su partida, la garantía de su ausencia.

“Morir y nada más” es la repetición del instante mismo de la muerte por la eternidad: un pequeño fragmento del Infierno de Dante, la existencia se ha convertido en la reproducción del mismo hecho ad aeternum. “Buscando amor” refleja una acción que acompaña a una creencia lo  mismo ancestral que brutal. Y, que al parecer, no es muy efectiva. Pero las costumbres son una parte esencial de nosotros mismos, de ahí la imposibilidad de escapar de ellas.

“Goyo” es una extraordinaria historia que une a la perfección lo fantástico con lo realista: del poder de la creatividad infantil surgen verdaderos monstruos con la fuerza de atravesar ambos mundos a su capricho.

“El extraño caso de un velador” refleja la importancia de los personajes no sólo en la mente de sus creadores, sino en sus vidas. Es una historia que demuestra lo que ocurre cuando las vidas ficticias cobran mucha más fuerza que las vidas reales, cuando son mucho más interesantes y bellas, mucho más maravillosas, admirables.

“Treinta y tres trinos” es un conjunto de 33 cantos o entonaciones directas, precisas y abreviadas, 33 disparos certeros a la imaginación y a la empatía.

Efímera es un conjunto de adversidades, de sensaciones y cierta adoración y cariño por lo que, aparentemente, menos lo merece.

Lupián es director de Penumbria, revista fantástica para leer en el ocaso (“Penumbria, la ciudad del eterno crepúsculo”), que se compone de cuentos, reseñas literarias y diversos artículos culturales, donde también son publicadas periódicamente convocatorias para concursos de cuento fantástico y minificción.

Mi ejemplar pertenece a la reimpresión hecha en 2013, pues el tiraje de 2011 se terminó rápidamente. El libro se puede conseguir directamente con el autor, a quien pueden contactar en su blog.

Para finalizar, transcribiré a continuación mis frases favoritas del libro.


Primera entrada al diario de un ciego

“Por eso he comenzado a escribir: para enjaular las formas, encadenar los colores; evitar que los nudos torpes de mi futura ceguera dejen escapar las imágenes.”


Noche de furia

“Alaridos rompen el silencio, tu cordura.”


Morir y nada más

“(…) derruidos, desprovistos de toda dignidad.”

“No tengo más remedio que repetirme.”


Polvo

“El polvo que escurre de la ventana por la que algún día saldremos.”


El extraño caso de un velador

“Son personajes fallidos. Personajes que no cuajaron y fueron abandonados por los estudiantes, explicó (…)”

“Se levantó de la cama con el sabor de la angustia en la garganta.”

“Se vistió rápidamente y corrió por las calles anegadas rezándole a un dios en el que no creía.” Ibídem


Treinta y tres tristes trinos

·      Despierta. Sangre en el cuello, en los muslos.El sol derramándose por la ventana. Ojos rojos, piel en llamas. Inmortalidad perdida.

·      El semáforo y yo caemos desprovistos de toda dignidad. Mientras el responsable huye, nuestros ojos se apagan irremediablemente.

·      Tardé mucho en comprender que el espejo, donde nunca encontré mi reflejo, era sólo una ventana. Ahora, del otro lado, sigo sin encontrarlo.

·      Por las noches, el abuelo  se descuelga. Se cambia la corbata, se recorta el bigote. Y antes de que amanezca, me saluda y regresa a la pared.

·      Entre mis brazos, mi hijo me mira con desprecio. Le regalo una sonrisa y lo coloco junto a los otros seis frascos que contienen a sus hermanos.

·      Tu risa sofocada en las cortinas, tu mirada recluida en el espejo, tu olor desgajándose de las paredes, tu cadáver debajo de la cama…

·      Anoche el traje gris escapó por el balcón. Al traje azul lo alcancé por la solapa y lo encerré en el armario bajo un sudario de plástico.

·      Por años limó sus cuernos, sus colmillos; domesticó sus pasiones, suavizó sus palabras… Pero nada había cambiado: seguía siendo un hombre.


Epílogo
Boda qup 13 silencio, tu cordura.” p. 2ciegose derrumban. Se retira, una vez mlor desgajandose de las paredes,is frascos que contienen ímica


·      Ejecuta la marcha nupcial pero su violín enloquece. Los novios y la iglesia se derrumban. Se retira, una vez más, tocando la marcha fúnebre.

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